Memento mori (recuerda que vas a morir)

Memento mori (recuerda que vas a morir)

            Cuenta la leyenda que, en la antigua Roma, cuando un general victorioso desfilaba por las calles, iba acompañado en ocasiones de un sirviente cuyo trabajo consistía en recordarle “memento mori” (recuerda que vas a morir). El recordatorio de su condición mortal ayudaba al héroe a mantener la perspectiva de las cosas y a inculcarle humanidad.

            Dicho esto, y dando por veraz la “leyenda” que me ha servido inspiración para escribir el presente artículo, creo que es muy válida para ser aplicada en nuestros días a ciertos gobernantes que rigen nuestro destino, y que van de héroes egocéntricos sobrados de prepotencia. Y también -por que no- a otros muchos mortales endiosados que se piensan que son también inmortales e inmunes a todo. Haberlos los hay a montones, de forma especial en el mundo de la política y en pleno 2020, y lo que es más grave: en España, nuestro país.

            Y como vivimos la mayoría de los que darán lectura a este artículo en España, creemos que qué mejor que centrarnos en nuestro país y dejar aparte el resto, que bastante tienen con lo suyo.

            Que estamos viviendo tiempos muy duros y tempestuosos, creo que todos estamos de acuerdo. Que la situación en España, en el mundo de la política, en lo económico, en lo social, y en lo sanitario es caótica, también. Caótica, dantesca, irreal, kafkiana, como el lector prefiera calificarla. Con una economía por los suelos, una crispación social sin precedentes, un virus que nos azota muy duramente, y una clase política esperpénticamente mediocre (basta con ver el espectáculo que nos brindaron ayer S.Sª en el congreso de diputados), para sacar del baúl de los recuerdos ese recordatorio romano de “memento mori”.

            Pero debemos sacarla y recordársela a quienes rigen nuestros destinos y que hemos elegido democráticamente en las urnas. A todos sin excepción, sean del color político que sean, pero de forma especial al gobierno de la nación, encabezada por quien lo preside.

            Seguramente la mayoría de ellos pasarán a la historia sin pena ni gloria, a diferencia de los generales legionarios de Roma. También es muy probable, por no decir seguro, que los cargos que ocupan no sean eternos y tengan fecha de caducidad. Pero lo que es evidente es que, nos guste o no, son el gobierno elegido por el pueblo para tomar decisiones y aplicar políticas beneficiosas para todos los españoles, que no para llevar a la ruina el país y nuestras vidas. Nadie es imprescindible y ellos no son una excepción.

            Dicho todo esto, creo que, desde nuestra humilde posición de ciudadanos, ha llegado el momento de recordarles, cada día, nada más se levanten de la cama, lo de “momento mori” (recuerda que vas a morir), para ver si se percatan de que no son dioses del olimpo y si homo sapiens. Que están para hacer el bien y luchar para conseguir un país más y mejor que el que tenemos, y se dejen de intentar pasar a la historia como salvadores de la patria, porque no lo son. 

            Por último, a todos esos que se llenan la boca todo el día hablando de la patria recordarles una frase cuyo autor no recuerdo, y que reza así: la patria se siente, no tiene palabras que claro la expliquen las lenguas humanas.

Fdo: Lluís Guàrdia i Amella.