05 Oct El mundo necesita gente inconformista para avanzar.
Antes que nada, y a modo de aclaratorio, creemos que lo primero que debemos tener claro es el significado de inconformista para, una vez despejadas posibles confusiones que lleven a malas interpretaciones del artículo, entrar de lleno en el contenido de este. Inconformista aquella persona que no está de acuerdo con los valores establecidos o no se adapta a ellos. No confundir inconformista con rebelde.
Dicho esto, ahora si procede entrar en materia sobre lo que queremos transmitir cuando decimos que el mundo necesita gente inconformista para avanzar, y de manera especial en pleno 2020. Desde el origen de la humanidad, allá por la época Neanderthal, homo sapiens se ha ido adaptando poco a poco a vivir en sociedades cada vez mas grandes, y cediendo terreno a terceros para que nos digan lo que tenemos o no qué hacer. Es pura ley de conformismo y/o de comodidad, como quiera llamarlo el lector. Y mientras cedemos a terceros nuestras decisiones, es innegable que perdemos libertades que teníamos. El homo sapiens está capacitado para interactuar, como máximo, con 150 miembros (demostrado científicamente) por lo que, en un mundo tan sumamente globalizado como el actual. esa cifra resulta en cierta forma irrisoria.
Del mundo que conocía el Neanderthal, al actual, medía un abismo y eso ha hecho que el concepto que tenían nuestros antepasados de convivencia, libertad, comunicación, etc..se haya desvanecido, pasando a vivir en unas sociedades donde, un individuo, no es nada. Los estados, países, o como les queramos llamar, se han encargado de fulminar la libertad del individuo pese a disfrazarla bajo en nombre de regímenes democráticos. Se nos han “capado” todas nuestras libertades y sometido a voluntades de los gobiernos de turno bajo la bandera de proteger nuestros derechos, libertades, nuestra salud y bienestar. Pero lo más grave de todo eso es que el homo sapiens se conforma con todo lo que le echen. ¿Dónde están nuestras libertades? ¿a que se debe nuestro conformismo y sometimiento?
La respuesta -a nuestro entenderr- la encontraremos en la falta de personas inconformistas que luchen por nuestros derechos y libertades, a la vez que hagan que avancemos en crear e innovar en nuevas tecnologías, inteligencias artificiales, y dotarnos de herramientas necesarias para poder hacer frente al sometimiento del poder establecido. Personas inteligentes, liberadas de temor -valientes, en una palabra-, que abanderen nuevos frentes y nos hagan ver la realidad, a la vez que nos hagan despertar de este letargo provocado por la anestesia que nos han inyectado quienes nos gobiernan.
En lo más profundo de nuestro ser, todos somos o tenemos algo de inconformistas. Lo que ocurre es que esa parte la tenemos “sedada” de tanto adoctrinamiento. Bastaría con que unos cuantos de nosotros despertara de ese letargo y, a su vez, hiciéramos que otros seres humanos que nos rodean se dieran cuenta de ello. Si no reaccionamos a tiempo, llegaremos a un punto de no retorno -si es que ya no lo estamos- y seremos meros títeres del sistema establecido..
Debemos tener la suficiente capacidad de raciocinio y sentido común para darnos cuenta de lo que nos conviene y lo que tenemos que descartar, y no conformarnos con todo lo que nos echen. No se trata de saltarse las leyes existentes o desobedecerlas, al contrario. Podemos convivir con ellas y acatarlas, pero siendo lo suficientemente inteligentes para, si no nos parecen bien porque creemos que van en contra de nuestras libertades, ser inconformistas y luchar dentro de los marcos legales para cambiarlas.